Después de una ardua lucha de cuatro años contra la leucemia linfoblástica aguda Tipo B, Santino, ahora de 7 años, finalmente ve la luz al final del túnel gracias a un tratamiento en Singapur que incluyó un doble trasplante de médula ósea. La ansiada noticia llegó después de una serie de cuatro exámenes, en la cual los sorprendidos padres de Santino, Natalia y Erico, finalmente escucharon lo que tanto anhelaron: un diagnóstico con “valor residual negativo”. En un emotivo video, Santino mostró un cartel que decía: “No se detecta enfermedad…¡Sí!!”. La familia, que había recaudado más de medio millón de dólares con la ayuda de seguidores en Instagram, se sintió profundamente conmovida.
El Camino Hacia la Recuperación
El camino hacia la curación ha sido largo y complicado. En el hospital KK Women’s and Children’s, un aspirado de médula que debían adelantar debido a ciertos indicadores preocupantes, trajo la esperanzadora noticia. Un concienzudo análisis médico determinó que ya no había vestigios de la enfermedad en el cuerpo de Santino, quien había atravesado una larga serie de estancias hospitalarias en busca del tratamiento adecuado.
El calvario de Santino comenzó en 2021 cuando fue diagnosticado con leucemia por primera vez en el Hospital de Pediatría “Doctor Fernando Barreyro” en Posadas. Recibió su primer tratamiento y, después de dos años, fue dado de alta. Sin embargo, la enfermedad reincidió, y Santino fue trasladado al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez en Buenos Aires, donde enfrentó ciclos de quimioterapia e inmunoterapia, necesarios para prepararlo para un trasplante de médula en junio. Después de un breve regreso a su hogar en Posadas, las células cancerígenas resurgieron, conduciendo a los médicos a sugerir un tratamiento CAR-T.
Descubrimiento en Singapur
Singapur emergió como la solución inesperada cuando el tratamiento previsto en Barcelona fue descartado por los médicos. Natalia, la madre de Santino, relató cómo se contactó con una doctora en Singapur a través de otra madre que había llevado a su hija allí. La respuesta fue que la opción era realizar un doble trasplante de médula, un procedimiento que también se hace en Argentina pero del cual, sorprendentemente, no se obtuvieron detalles por parte de los médicos argentinos.
En abril, la familia viajó a Singapur, gracias a una campaña humanitaria que les permitió colectar 334,000 dólares de los 500,000 necesarios. A pesar de las complicaciones que aumentaron los costos adicionales, persistieron en su intento por sanar a Santino. Afortunadamente, Erico resultó ser compatible como donante, y el segundo donante se encontró en Canadá, posibilitando el doble trasplante tras un tratamiento previo de quimioterapia.
La semana anterior a recibir los resultados alentadores, un análisis reveló que “prendieron” las células y linfocitos T de su papá. Sin embargo, las alertas se encendieron cuando algunos valores no correspondían con lo esperado, lo cual obligó al personal médico a realizar de inmediato un nuevo estudio sobre la médula. El análisis de millones de células no detectó rastros de la enfermedad, pero se recomendó un trasplante de células madre para ayudar a regenerar la médula debilitada.
Los médicos en Singapur están en comunicación con sus colegas del Hospital Gutiérrez para ver la posibilidad de un nuevo trasplante en su país de origen y facilitar el seguimiento. Mientras tanto, la familia enfrenta la tarea pendiente de recaudar más de 100,000 dólares, aún adeudados. Las contribuciones pueden realizarse por transferencia bancaria al alias amorporsantino.arg. En Instagram, los mensajes de apoyo no cesan, evidenciando una comunidad que continúa mostrando su amor y compromiso.