En un relevamiento reciente realizado por la Dirección Nacional de Vialidad en 2024, el Gobierno dio a conocer el estado actual de la mitad de las carreteras nacionales. El estudio reveló que el 50% de los kilómetros revisados se encuentran en condiciones “regulares o malas”. Esta situación es parte de un contexto más amplio de falta de inversión y paralización de obras públicas, junto a un proceso lento para ceder estas vías a empresas privadas o convertirlas en provinciales.
El informe indicó que cerca de 9.100 kilómetros de las rutas nacionales (47.5% de los evaluados) están en buen estado, aproximadamente 4.500 kilómetros (23.5%) se encuentran en estado “regular” y unos 5.500 kilómetros (29%) están en condiciones “malas”.
Se prevé que para finales de agosto se habrá completado el análisis de otros casi 20.000 kilómetros, ofreciendo un panorama más completo a nivel nacional. Un ejemplo significativo es la “ruta del Mercosur”, actualmente una de las más deterioradas.
Impacto en las rutas provinciales
En el contexto provincial, muchas carreteras se han destacado por su mal estado y por accidentes viales que han atraído titulares. Una de las rutas más discutidas es la Ruta Provincial 31, clave en la conexión entre las rutas nacionales 7 y 8.
En 2010, un extenso artículo de Clarín destacó las condiciones de esta ruta a la altura de Salto, ofreciendo un panorama claro de su deterioro.
Condiciones de la Ruta Provincial 31
“El camino estaba plagado de gigantescos huecos, superficies onduladas que autos y camiones debían sortear, pavimento desgastado y cuarteado, falta de pintura para indicar carriles y banquinas, salvo en ciertas curvas y puentes donde una escasa línea amarilla servía de guía central. La ausencia de señales y carteles era tal que ni siquiera había mojones para marcar los kilómetros.”
Siete meses antes, una tragedia había sacudido esta carretera. El 14 de noviembre de 2009, Fernando Pomar (40), Gabriela Viagrán (37) y sus hijas María del Pilar (3) y Candelaria (6) perdieron la vida en la curva de Plazibat, al salirse del camino y terminar entre los pastizales.
Memoria y seguridad en la ruta
La curva pasó a conocerse como “curva de los Pomar”, y 15 años después sigue siendo un punto de referencia y preocupación para quienes viven en las cercanías de Salto y Gahan. También representa un peligro constante para el tránsito pesado.
La entrada a la Ruta Provincial 31 está ubicada a casi 30 kilómetros del cruce con la Ruta Nacional 7. Un cartel anuncia el desvío a esta carretera, bordeada por ripio y luego por pastizales en lugar de banquinas adecuadas.
Siniestros actuales en la ruta 31
A lo largo de los kilómetros hacia la curva, se observan memoriales recientes. Un monolito con una estrella amarilla y el nombre de Camilo Valentín Enrique recuerda a otro joven que perdió la vida el 14 de junio, al ser embestido por un camión mientras iba en moto por el carril contrario.
Un poco más adelante, otro recordatorio lleva el nombre de Eduardo Jaume, quien falleció el 30 de junio de 2022 tras un choque frontal. Estos santuarios conviven con otros que, sin nombres, recuerdan incidentes similares.
A medida que se avanza por Gahan hacia Salto, las señales advierten sobre la reducción de velocidad debido a una curva peligrosa, lugar donde el santuario de la familia Pomar es claramente visible.
A lo largo de esa curva, el pavimento presenta marcas desgastadas y baches que han sido parcheados, rodeados por guardarraíles golpeados colocados tras el accidente de la familia Pomar.
Los residentes en Salto reportan que, a pesar de las nuevas señales, los incidentes viales continúan siendo frecuentes en este tramo.
Fernando Miguel Gómez, quien recorre rutas alternativas, relata un reciente accidente en la curva de los Pomar: una Toyota Hilux volcó allí el 21 de julio, aunque el conductor solo resultó levemente herido. Otro vuelco similar ocurrió el 29 de junio sin dejar víctimas fatales.
Muchos camioneros creen que la curva es engañosa por estar “escondida” o “cerrada”, lo que mantiene su peligrosidad. Tamara Mestrallet, docente en Gahan, comenta que las reparaciones hechas el año pasado fueron insuficientes y temporales.
La Dirección de Vialidad de Buenos Aires realizó trabajos de “bacheo profundo” desde la Ruta Nacional 7 hasta la rotonda de la RP 31 y RP 191, terminados en diciembre. Aunque reportan la ruta como segura, los vecinos consideran que aún requiere una repavimentación completa, dependiente de fondos futuros.
Actualmente, las obras continúan más allá del bacheo. Un cartel del Gobierno provincial indica trabajos de repavimentación e iluminación entre Salto y Rojas, con finalización cercana.
La señalización informa una inversión de $5.313.098.379,58, incluida en el proyecto desde Rojas hasta la Ruta Nacional 8 en Colón.
