La ciudad de Buenos Aires ha visto el inicio de un innovador programa llamado “Secundaria Aprende” que genera grandes expectativas. Implementado en varias escuelas, este plan promete un mejor ambiente académico, mayor apoyo del profesorado y estabilidad laboral. Sin embargo, algunos directores han destacado ciertos aspectos que requieren atención durante el proceso.
Desde que comenzó en marzo, 33 escuelas secundarias de Buenos Aires han experimentado una transformación. Estudiantes de distintas clases comparten aulas, se ofrecen asignaturas electivas, y los profesores se dedican de manera exclusiva a un solo instituto. Este es el nuevo paisaje gracias a “Secundaria Aprende”, una iniciativa del Ministerio de Educación local para renovar la educación secundaria.
Con la participación de 15,163 alumnos de escuelas tanto públicas como privadas, los primeros cinco meses de implementación ya arrojan algunas evaluaciones preliminares.
Con la presentación de Clarín, los resultados fueron presentados en la sede del Ministerio de Educación de la capital. Los datos recopilados por la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa (Ueicee) se basan en encuestas y grupos de enfoque que incluyeron a estudiantes, profesores, y directivos, ofreciendo una primera mirada al avance del cambio.
Aunque solo el 22% de los estudiantes fueron encuestados, más de 28 directores y 540 docentes aportaron sus opiniones.
El Acompañamiento a los Estudiantes Mejora
Uno de los elementos evaluados fue el impacto del programa sobre los estudiantes. Más del 50% de los estudiantes manifiestan mejoras en comparación con el ciclo escolar pasado. Un 61% notó una mejoría en el ambiente escolar y relaciones más saludables, un 60% disfrutó la interacción con alumnos de otras clases, y el 56% valoró el mayor apoyo de los docentes. Además, el 52% destacó que ahora tienen más opciones para elegir materias o actividades.
A pesar de que los resultados académicos aún no se han medido mediante pruebas estandarizadas, el bienestar escolar y personal ha sido un enfoque crucial en las observaciones iniciales. Según Mercedes Miguel, ministra de Educación local, “los estudiantes reportan sentirse más involucrados y respaldados, lo cual se relaciona con la nueva función de los profesores, la reorganización de las clases y los planes de aprendizaje trabajados en conjunto”.
Preocupaciones Docentes
A diferencia del entusiasmo estudiantil, muchos docentes y directores señalaron ciertos desafíos que presenta el nuevo plan.
Los directivos indican que es necesario tener más tiempo para seguir adelante con la implementación, especialmente en cuanto a la reorganización institucional. Asimismo, solicitan más autonomía escolar para lidiar con los lineamientos propuestos, mejor coordinación con los equipos ministeriales, y claridad en los roles de cada participante.
Una recomendación importante incluye priorizar el desarrollo de los planes de aprendizaje antes de realizar modificaciones en el cuerpo docente.
En general, los directivos calificaron el programa con 7 puntos sobre 10 y los docentes con 6.
En la visión de los directivos, más del 90% acuerda en que “Secundaria Aprende” mejora los procesos de aprendizaje y fomenta trayectorias académicas más independientes. Conjuntamente, alrededor del 80% considera mejoras en el ambiente escolar y el bienestar docente.
Un cambio estructural significativo es el nuevo esquema de dedicación docente.
El año pasado, solo el 9% de los profesores trabajaban a tiempo completo en una sola institución, mientras que el 43% distribuía sus horas entre múltiples escuelas, lo cual complicaba su participación en proyectos compartidos.
Con el programa “Secundaria Aprende”, esto se ha alterado considerablemente: ahora el 55% está a tiempo completo en una única escuela, y solo un 4% sigue con empleos en varias instituciones. Sin embargo, este cambio aplica únicamente a las escuelas estatales.
Este proceso estuvo acompañado de múltiples capacitaciones, incluidas participaciones en la Red de Escuelas Pioneras, formación en liderazgo de la Universidad Torcuato Di Tella y experiencias en escuelas internacionales con horario extendido.
A su vez, el 70% de los profesores están bien familiarizados con la iniciativa. El 76% asegura que mejora el trabajo colaborativo entre colegas, el 68% cree que mejora el aprendizaje en áreas como Lengua y Matemáticas, y el 58% valora su contribución en el desarrollo de la autonomía estudiantil.
El Futuro del Programa
En 2026, se planea expandir el programa a 90 nuevas escuelas, 48 públicas y 42 privadas. Se prevé que unos 28 mil estudiantes del sistema estatal y aproximadamente 9 mil del privado se unan a esta transformación. Mientras tanto, las 33 escuelas que lideraban el cambio continuarán ajustando su implementación basándose en las lecciones aprendidas hasta el momento.
La Escuela Técnica N°11 “Manuel Belgrano” será parte de esta iniciativa en el próximo año. “Me resulta emocionante y estoy agradecida por este reto. Buenos Aires Aprende ofrece una perspectiva renovada hacia las escuelas secundarias, enfocándose en los estudiantes y el espacio de conocimiento”, comentó Laura Stroppoli, encargada de la dirección de la escuela.
Para la directora, “es un programa alentador y busca mejorar los resultados de aprendizaje, posicionándose como una base crucial para que los estudiantes construyan sus propios proyectos de vida”.
“Es enriquecedor recibir formación junto a colegas de otros países e intercambiar métodos de enseñanza. Es una oportunidad única para continuar desarrollándome profesionalmente”, añadió.
El objetivo oficial del programa es transformar la experiencia educativa para que los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para desenvolverse en un mundo cambiante y dinámico.
Se enfoca en nuevas técnicas pedagógicas, asistencia constante, bienestar emocional, y atención a la diversidad e inclusión.
Los meses próximos serán cruciales para determinar si estas primeras observaciones se traducirán en mejoras académicas sostenibles. Será también el momento de escuchar las inquietudes de los equipos escolares, quienes advierten que para que la secundaria aprenda, es necesario proporcionar tiempo para alcanzar estos objetivos.
AA