Hace una década exacta, el 3 de junio de 2015, la Plaza del Congreso se llenaba de pancartas y mujeres que exigían el fin de la violencia de género. Desde el escenario, Maitena proclamaba un documento: “Ni una menos representa un clamor conjunto, es intervenir en lugares donde antes se miraba hacia otro lado, es mirar nuestras conductas y cambiar la forma en que nos vemos unos a otros, es un compromiso común para forjar un nuevo nunca más. No queremos más muertes de mujeres por femicidios. Queremos a todas las mujeres con vida. ¡Ni una menos!”.
Así surgió este movimiento que se hizo conocido globalmente por su mensaje claro: “detengan el asesinato de mujeres”. No obstante, los asesinatos continuaron, y a una década, se estima que cerca de 3,000 mujeres han perdido la vida, dejando a más de 3,600 niños sin sus madres. El balance de estos diez años es desalentador: un femicidio cada 30 horas, un niño huérfano cada día.
El Origen de la Movilización
La convocatoria para aquella protesta surgió por un grupo de comunicadoras a raíz del asesinato de Chiara Páez, una joven de 14 años asesinada por su pareja, quien la enterró en el jardín de su abuelo en Rufino, Santa Fe. Chiara estaba embarazada de dos meses. En ese entonces, solo una entidad civil, La Casa del Encuentro, mantenía un registro de femicidios desde 2008, señalando que en siete años habían sido asesinadas 1808 mujeres.
Reclamaciones y Estadísticas
En aquella primera manifestación, se exigía la implementación de la Ley 26.485 para la Protección Integral, que busca prevenir, sancionar y eliminar la violencia contra las mujeres en sus relaciones interpersonales. Esta ley, sancionada en 2009, estipulaba la creación de estadísticas, políticas públicas y organismos específicos.
Después de la marcha, la Corte Suprema de Justicia de la Nación empezó a generar estadísticas oficiales a través del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina (RNFJA). El último reporte, publicado recientemente, indica que en 2024 ocurrieron 247 femicidios.
Datos Reveladores sobre la Violencia de Género
El lunes, la Corte presentó otro informe sobre la última década, destacando que en Buenos Aires, 74,103 mujeres acudieron a la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) para denunciar ser víctimas de violencia de género por parte de hombres. Esto significa un promedio de más de 7,000 mujeres al año y 20 por día. La mayoría (87%) denunció a sus parejas y convivía con sus hijos (76%).
Además, 17,092 mujeres reportaron lesiones, 23,099 manifestaron haber recibido amenazas de muerte, y 19,402 requirieron la intervención policial. En al menos 7,893 casos, se utilizaron armas blancas o de fuego. El informe de la Corte destaca que más de un tercio de estas mujeres estaba en situaciones de riesgo extremo o alto (36%).
Según La Casa del Encuentro, entre el 3 de junio de 2015 y el 31 de mayo de 2025, se registraron 2,931 femicidios, transfemicidios y casos relacionados de mujeres y niñas. De estas víctimas, el 13.17% había realizado denuncias (386), y de estas, el 43.26% contaba con medidas cautelares y/o restricciones (167).
El Estado y las Políticas de Género
Hoy, se repite el reclamo de una década atrás. La situación señala un escenario donde la inacción y la desaparición de políticas de prevención golpean a quienes sufren violencia de género. Por primera vez desde el retorno a la democracia, Argentina carece de políticas de género, con el cierre del Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad y el desmantelamiento de sus programas de apoyo y prevención.
El Observatorio de las Violencias de Género Ahora que Sí Nos Ven, reportó 2,827 femicidios en la última década. En el 85% de los casos, el agresor pertenecía al entorno cercano de la víctima. El 64% de los delitos ocurrieron en el hogar de las agredidas. El 17% de las víctimas había denunciado previamente y el 10% tenían medidas de protección.
En lo que va de 2025, se registraron 108 femicidios. “Estas cifras reflejan una realidad dura y persistente, agravada por el contexto actual. El gobierno de Javier Milei ha promovido una agenda regresiva en derechos humanos, desfinanciando políticas fundamentales de prevención y atención a las violencias de género. Además, discursos negacionistas banalizan estas violencias, incrementando el peligro para nuestras vidas”, afirma el Observatorio.
Un Llamado a la Acción Colectiva
“Si no marchamos juntas, nos matan por separado”, decía un cartel en la primera movilización de 2015, la cual también fue un miércoles. Esta nueva marcha, que será el 4 de junio en lugar del 3, llama a unir fuerzas. La fecha se cambió para respaldar las protestas de los jubilados, que luchan por pensiones y salarios dignos, y de colectivos como trabajadores del INTI, hospitales, universidades, ambientalistas, artistas, migrantes y comunidades indígenas. La cita es frente al Congreso a las 16 horas.
