Nuevo rango etario para mamografías en Buenos Aires
El Ministerio de Salud de Buenos Aires ha modificado la edad para la realización de la primera mamografía en la provincia, que ahora se indicará a los 40 años y se realizará anualmente hasta los 75 años. Este cambio aplica a quienes no tienen antecedentes familiares de cáncer de mama. Estudios han demostrado que la mamografía es el método más eficaz para el diagnóstico temprano del cáncer mamario.
Mamografías más tempranas: Una decisión estratégica
Con esta decisión, Buenos Aires adelanta en una década el inicio de los estudios preventivos en comparación con la recomendación nacional que lo fija a los 50 años. Esta medida está alineada con las recomendaciones de sociedades científicas y prácticas de naciones como Estados Unidos, México y Brasil.
Autoridades del Instituto Provincial del Cáncer (IPC) comentaron a Clarín que esta iniciativa surge a partir de diversos factores, entre ellos, la evidencia de que detectar el cáncer en etapas iniciales permite una tasa de curación del 90% en los pacientes afectados.
En Argentina, el Instituto Nacional del Cáncer (INC) había sugerido desde 2015 comenzar el tamizaje a los 50 años, con una periodicidad de 1 o 2 años. Sin embargo, con el cierre de esta institución y la falta de liderazgo sanitario a nivel nacional, las provincias han tenido que tomar medidas innovadoras para garantizar la continuidad en la atención del cáncer.
El anuncio coincide con el “Octubre rosa”, mes dedicado a sensibilizar sobre el cáncer de mama. Ante la consulta a las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires sobre una posible anticipación del tamizaje, confirmaron que no están considerando tal cambio por el momento.
En Argentina se diagnostican diariamente 360 nuevos casos de cáncer de mama, de los cuales 60 son en la provincia de Buenos Aires. Respecto a la mortalidad, este tumor provoca aproximadamente 20 muertes diarias, y se estima que una de cada ocho mujeres lo padecerá antes de los 85 años.
Marina Pifano, directora del IPC, explicó que el avance de la edad para la mamografía inicial tiene como objetivo aumentar las posibilidades de detección, tratamiento y curación oportuna. En respuesta a esta demanda, se anunció que los hospitales públicos de Buenos Aires incrementarán el número de mamógrafos, llegando a un total de 187.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en Argentina y su pronóstico está altamente condicionado por una variable clave: el momento de detección. La detección en etapas tempranas ofrece una tasa de supervivencia del 90%, mientras que en etapas avanzadas se reduce al 28%. Estas estadísticas muestran una realidad compleja en el país, donde un 35% de los casos se detectan de manera temprana, mientras que el 25% aún se diagnostica en etapas avanzadas.
Recientemente, un debate entre la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) y la Fuerza de Tareas de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) ha puesto de manifiesto las diferencias de opinión. La USPSTF recomienda una mamografía cada dos años a partir de los 50 años, lo que coincide con la recomendación nacional en Argentina.
Cuestión en debate: Edad de inicio para mamografías
La propuesta de la USPSTF ha generado controversia al poner en riesgo la cobertura médica para mamografías en mujeres de 40 a 49 años. Aunque la organización estadounidense reconoce que estas pruebas salvan vidas, consideran que los beneficios son menores en este rango de edad debido a posibles riesgos secundarios, explicó Daniel Lehrer, experto en diagnóstico por imágenes de la SAM.
Los riesgos referidos por la USPSTF incluyen un elevado porcentaje de resultados incorrectos que pueden resultar en tratamientos innecesarios, como biopsias. “En mi opinión profesional, estas estadísticas no son un motivo suficiente para dejar de usar la mamografía como el mejor método para detectar el cáncer de mama de manera temprana”, sostuvo Daniel Mysler, también de la SAM.
Mysler señaló que las mamografías con resultados ‘falsos negativos’ ocurren en aproximadamente el 20% de los casos, indicando una imagen normal aun cuando el cáncer está presente. Estos son más frecuentes en mujeres con mamas de alta densidad glandular, para quienes se recomienda un examen adicional con ecografía.
Por otro lado, los ‘falsos positivos’ son menos comunes, alrededor del 10%, y en estos casos, las pacientes deben someterse a evaluaciones adicionales, de las cuales un pequeño porcentaje puede requerir seguimiento a corto plazo o procedimientos mínimamente invasivos para descartar definitivamente un cáncer, concluyó Mysler.
