Profesionales de la salud de la Ciudad tratados como administrativos pero exigidos como trabajadores esenciales durante la Pandemia decidieron protestar y reclamar por sus derechos. Son 160 profesionales del Ministerio de Salud porteño ninguneados por la gestión de Horacio Rodríguez Larreta y Fernán Quirós. Prestan servicios esenciales, son profesionales con título y atienden pacientes, pero no se los reconocen. «Cobro menos y tengo más carga horaria. No gozo de las mismas licencias de vacaciones», explica Nadia Magram, psicóloga y damnificada.
Son psicólogos, psicopedagogos, trabajadores sociales, nutricionistas, fonoaudiólogos, informáticos, entre otros. Pero para el gobierno de la ciudad, estos profesionales que integran el ministerio de Salud están catalogados en el “Escalafón general” y su carrera dentro del gobierno es la de un “administrativo”.
Es decir, no tienen la posibilidad de hacer carrera como un profesional de salud. Trabajan en hospitales, Cesacs, y en el nivel central, pero para Horacio Rodríguez Larreta no tienen los mismos derechos que quienes pudieron concursar en la categoría que les corresponde, aunque tengan el mismo título y hagan las mismas tareas. La lucha de estos 160 trabajadores para que les permitan hacer una carrera profesional viene desde hace muchos años, pero ahora, con la pandemia, que se convirtieron verdaderamente en personal esencial, decidieron visibilizar aún más su reclamo. Consideran, justamente, que son “invisibles”.
Nadia Magram es psicóloga. Trabaja desde el 2006 y explica: “Yo empecé a trabajar en el Ministerio de Desarrollo social, en donde no hay un sistema de carrera, entré en el ´escalafón general´. Entonces, cuando fui transferida al Ministerio de Salud pasé como profesional, pero dentro de la carrera administrativa. En el Ministerio de Salud, la forma de ingresar a la carrera es por concurso, entonces, al no haber concursado, quedé siempre en lo que sería el escalafón general. ¿Esto qué significa? Básicamente tener menos derechos que mis compañeras y compañeros que hacen las mismas tareas que yo. Cobro menos y tengo, incluso, más carga horaria. No gozo de las mismas licencias de vacaciones. En el sistema del Ministerio de Salud hay licencia por estrés, por ejemplo, cosa que nosotros en el ´escalafón general´ no tenemos. Las tareas que realizamos son exactamente las mismas que compañeros y compañeras que están en carrera de salud. Puntualmente, lo que reclamamos es el pase a carrera profesional”.
Lo mismo le pasa a Alicia, que trabaja en el Hospital Santojanni desde el año 2003 como residente en perinatología. Años más tarde concursó el cargo de licenciada en Enfermería y trabajó en terapia intensiva de adultos durante catorce años. Paralelamente estudió la carrera de Psicología y al recibirse solicitó un cambio de función que me fue otorgado por recursos humanos del gobierno de la ciudad.
“Somos 160 trabajadores que estamos en esta misma situación, que trabajamos en el ámbito del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, que realizamos exactamente las mismas tareas que nuestros colegas, pero cobramos un sueldo bastante inferior—explica Alicia—. No tenemos posibilidad de crecimiento dentro de nuestra carrera, no gozamos de las mismas licencias. Estamos solicitando al Gobierno de la ciudad que revea nuestra situación y que se nos otorgue el esperado pase a carrera”.
Lilián García trabajaba como administrativa en el Hospital Santojanni. Cuando se recibió de trabajadora social pasó a trabajar en el servicio social del CESAC N 7. “El pase fue solo un pase de funciones—explica—, no de reconocimiento de derechos laborales. Al estar encasillada dentro de lo que es el escalafón general, no tenemos los mismos beneficios que los profesionales de carrera y esto no sólo se ve impactado en el sueldo, el cual es bastante diferente, sino que además no contamos con un montón de derechos que nuestros compañeros profesionales de carrera sí lo tienen. Sin embargo, las funciones que desempeñamos son iguales a las de nuestros compañeros, las asumimos con la misma responsabilidad y en este contexto de pandemia esto ha implicado que no sólo continuemos dando respuesta a las demandas cotidianas dentro del servicio, sino que además se nos han sumado tareas como son el seguimiento de los casos de COVID y asimismo, rearmar la puesta en marcha de los dispositivos grupales que teníamos y adaptarlos a la virtualidad para continuar brindando un espacio de escucha de contención y reforzando vínculos con las personas con las que venimos trabajando hace muchísimos años. Puntualmente, nuestro reclamo se centra en que se nos reconozca como trabajadores de la salud, como profesionales de la salud, que podamos tener los mismos derechos que nuestros compañeros y que se nos reconozcan nuestras funciones. Nosotros somos profesionales, no somos administrativos”.
Betina Vasquez es psicopedagoga del Centro de Salud Mental Nº1 y, además, está por jubilarse. Lo que va a percibir es mucho menor que si estuviera dentro de la carrera de salud. “Somos 160 profesionales de diversas áreas del gobierno de la Ciudad, pero todos trabajando en el Ministerio de Salud, pidiendo que se respete la Constitución Nacional. Igual trabajo, igual remuneración. Todos estamos reconocidos como profesionales, pero la diferencia es que del escalafón general, no de profesionales de salud. Eso hace una diferencia importante porque estamos hablando, según la antigüedad que tenga cada una, entre un 30 y un 50 por ciento del sueldo menos que nosotros cobramos, así como también otras condiciones. La posibilidad de acceder a perfeccionamiento especializado para la tarea que realizamos es complejo porque son muy caros y realmente nosotros no tenemos los medios para hacerlo y por supuesto, el gobierno de la ciudad no lo provee. Entonces se hace complicado poder perfeccionarse porque se a costo nuestro. Y tampoco es justo para quienes estemos en cercanías de jubilarnos, porque no va a ser igual nuestra nuestra jubilación. La verdad es que hasta el momento, en estos muchos años que llevamos peleando se han hecho oídos sordos. Hubo mucha gente que tuvo que hacer juicios que además le cuestan un montón al ciudadano”.
Ningún funcionario, hasta ahora, les dio respuesta. Ellos siguen luchando, visibilizando esta situación, mientras ponen el cuerpo en medio de la pandemia.